La camiseta no lo es todo, para tener un equipo colaborativo.
Ya me puse la camiseta y ahora ¿cómo logro la colaboración de mi equipo?
La camiseta no lo es todo, pero ponernos la camiseta de nuestro equipo es lo más común para sentirnos parte de él.
¿Les has comentado a cada integrante del equipo que se ponga la camiseta con el fin de lograr la colaboración?
¿Has comprado camisetas de diferentes colores y tallas con las que tomas fotografías mostrando que son parte del equipo y aun así no logras la colaboración de cada integrante?
Seguramente como tú, yo y muchas empresas y personas lo hemos hecho con ese afán de querer que los colaboradores se sientan parte del equipo tal cual un equipo deportivo.
Pero te invito a que lo veamos desde un punto diferente, vamos a verlo cómo ese evento o momento que esta próximo a suceder ante un mundial, torneo o campeonato. ¿Te has dado cuenta que ante la preparación, el comprar y ponernos la camiseta de nuestro equipo favorito (sea cual sea el deporte que nos guste) nos hace sentir que somos parte de ese momento?
Y cuando llega el momento de cada partido, puede ser que estes en las tribunas o en la comodidad de tu sala, otorgándote la oportunidad de ver y disfrutar el juego, pero también la posibilidad de juzgar, enojarte y gritar por el resultado obtenido.
¿Te ha pasado que le gritas a los jugadores por que no encestan, porque no meten un gol o porque no tienen un buen marcador?
Tal vez con un marcador desfavorable podrás pensar que… son los peores jugadores que tiene el equipo, que pudieran haberlo hecho mejor o que no saben jugar.
Pero aún y cuando tengas la camiseta bien puesta no te hará sentir lo que siente y ve cada jugador justo en el momento del juego (ese minuto en el cual ocurre la acción) porque la diferencia entre el espectador y el jugador esta en que éste último se pone los zapatos para estar en el campo de juego.
El pensar y sentir que tengo la camiseta bien puesta del equipo aún cuando estoy en la tribuna (en mi oficina, en la sala de juntas, en una llamada virtual) nos lleva a pedir a otros que se pongan la camiseta, como esa parte de solicitar que la persona sea más entregada, que otorgue más tiempo a su jornada laboral.
Pero… ¿Qué haces tú como gerente o jefe? ¿Te pones la camiseta y diriges desde la tribuna o te bajas al campo de juego?.
Tal vez levantas la voz a las personas desde ese lugar en el que te sientes confortable, tal cual un partido en el que eres espectador, y no vas a ver lo que realmente esta ocurriendo en el campo de juego, .
Para lograr la colaboración del equipo, asegúrate de tener y que cada integrante tenga el zapato adecuado más allá de una camiseta (para poder jugar y dirigir) tomando en cuenta tres elementos importantes como son el caminar, el escuchar, el entrenar con el equipo y colaborar en el resultado.
Si estás dispuesto a entrar al campo de juego aún sin tener el mismo diseño o talla de la camiseta, tendrás la oportunidad de que los jugadores te integren logrando así la colaboración, para que juntos se hagan cargo del balón y puedan encestar en la canasta o meter un ¡Goooool!.
Si eres de los que hoy dicen “ponte la camiseta” realiza un alto, porque en realidad el ponerte la camiseta sin tener los zapatos adecuados para jugar, solo te lleva a ser un espectador.
Para sentir y tener un equipo colaborativo hay que salir al campo de juego con los zapatos adecuados, porque «la camiseta no lo es todo», es necesario estar en la acción y vivirla para poder lograr la colaboración y el compromiso.
Si eres de las personas que quiere entrar al campo de la acción, entrenar, jugar y colaborar desde la humildad con tu equipo, estoy aquí para apoyarte en este juego de contacto.
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