Una idea es una semilla que da un fruto de confianza y compromiso hacia el camino de la mejora continua.
La mayor parte de las personas que nos encontramos en puestos directivos o que somos emprendedores buscamos siempre el compromiso o engagement de las personas, pero no estamos dispuestos a escuchar cada idea que las personas comparten con nosotros. Escuchar e implementar las ideas es la clave para sembrar un compromiso.
Es por ello que me surgen algunas preguntas y que seguramente tienes respuestas, estas preguntas son;
¿Qué haces hoy con una idea que no impacta en la restricción del sistema?
¿Qué haces hoy con una idea que no implica gran inversión y que no tienen un gran impacto financiero?
¿Qué haces hoy con una idea que tienes en tu mente?
Es posible qué en algunas ocasiones dejamos una idea en el cajón o en el escritorio entre papeles porque consideramos todos o algunos de los siguientes puntos:
- No tiene un impacto en el estado financiero,
- No se puede realizar ya que aunque sea de menor dificultad y sencilla de implementar, implica emplear tiempo que no se tiene,
- No tenemos tiempo para escuchar a la persona para entender y comprender desde dónde viene la idea.
- O si es tu idea, tal ves la guardes porqué crees que no va a tener impacto o la guardes porqué crees que no tienes ese tiempo para llevarla a cabo.
Claro está que cuando ponemos mayor atención a los puntos anteriores y menor atención a la persona que realizó o mencionó la idea, perdemos la oportunidad del compromiso de las personas o lo que llamamos “engagement”.
Es posible que cuando una persona piensa que no la escuchan o que no le ponen atención a su idea empieza a sentirse desmotivado, ya que para muchos el motor para un compromiso es que lo escuchen y lo tomen en cuenta.
Por esta razón te invito a explorar una forma diferente de ver una idea, por ejemplo; imagina que la idea de una persona es un «foco que se encendió, un veinte qué le cayó, un notar algo en el momento de su actividad».
Imagina que esa idea es una semilla que se dio de su imaginación y habilidad de creer y crear, es una semilla que necesita ser plantada para dar un fruto, un fruto que no sabemos qué va a dar pero seguramente si la sembramos podremos obtener algo grande.
Por consiguiente, si nosotros escuchamos a la persona con atención y sin juzgar, podemos empezar a mover la tierra para sembrar esa semilla de la confianza y empezaremos a abrirnos a la oportunidad de que esa idea de un fruto más allá del financiero.
«Cuando se implementa una idea estamos sembrando la semilla de un compromiso de las personas y de nosotros con ellas»
Solo a través de escuchar una idea y llevarla a cabo sea cual sea su forma, empezaremos a sembrar la confianza y compromiso de las personas hacia mejora continua.
Puede que la mayor parte de las ideas de bajo impacto financiero, menor dificultad y sencillas de implementar vienen del nivel operativo o de las personas que están en contacto directo y constante con la actividad, proceso u operación y en cualquiera que sea el giro de la empresa.
Pero sobre todo si queremos obtener el compromiso de las personas y nosotros comprometernos, es importante que tomemos los siguientes pasos.
- Escuchar a las personas,
- Escuchar su idea,
- Si puedes, en ese momento puedes evaluar y llamar a las personas que puedan aportar,
- Siempre proporcionar retroalimentación a las personas en ese momento si la idea no es factible tal cual la propone,
- Si esta en sus manos que se implemente y la persona se pueda hacer cargo de ella, dale la confianza que se realice con supervisión,
- Agradece y siembra la semilla del compromiso y apoyo mutuo.
Por lo tanto, no te olvides que «una idea es un foco que se enciende, pero una idea implementada es una semilla que se siembra».
Explorar una forma diferente de escuchar y ver una idea es parte de nuestra misión en los talleres y conferencias.
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