Durante muchos años, el cerebro humano se ha comparado con una computadora. Se ha tratado de establecer un % de utilización de nuestro cerebro, pero hasta hoy no hay nada certero porque nuestro cerebro es un inmenso universo. Pero que pasaría si te mencionara que realmente el ser humano utiliza el 100% de su cerebro solo que hay cosas que no tomamos en cuenta.

La suposición general ha sido que, si bien las computadoras o cerebro de algunas personas son más poderosas que otras (coeficiente intelectual más alto, etc.), la principal diferencia entre las personas está en el software: los programas que ejecutan. Estos programas incluyen tanto las «aplicaciones» o estrategias que utilizamos como los «programas más profundos»: nuestras creencias y valores de la cultura en la que viven. Pero mucho más importante para la efectividad de una computadora es lo que está integrado en el firmware: el BIOS (sistema operativo integrado). 

Incluso los programas más efectivos no pueden ejecutarse sin interactuar con el BIOS de la computadora. Cuando se trata de seres humanos, el principio operativo básico es este: El 100% de su experiencia de vida se crea desde el interior del sistema. Es decir, la única forma en que la experiencia humana puede transformarse es desde adentro hacia afuera (sin excepciones). El sistema solo funciona de una manera y la claridad de nuestra visión que sustenta la forma en que manejamos absolutamente todas las situaciones de nuestras vidas, es a través de nuestro pensamiento, conciencia y sabiduría.

Si tenemos más de 60,000 pensamientos al día según estudios científicos y miles de ideas se cruzan en nuestra mente diariamente sin percibirlas. 

Si nos paramos un momento y reflexionamos sobre los pensamientos nos daremos cuenta de varias cosas: la mayoría se repiten, gran parte de ellos son negativos, y además muchos se refieren a hechos pasados. La cuestión es que lo queramos o no, tal y como dicen los expertos, estos influyen en nuestro estado emocional, en cómo nos sentimos, y al final pueden determinar nuestro comportamiento al hacerlo de forma consciente.