Por Elena Castro

Todos queremos tener mejores líderes, pero muy pocos estamos dispuestos a hacernos responsables y reconocer lo mejor de nosotros mismos para transformar el liderazgo, un liderazgo humano y de verdadera transformación desde el lugar donde nos encontremos (liderazgo transformacional).

Primero quiero mencionar una frase que resalta el secreto de la transformación en el liderazgo y que nos invita a reconocernos como seres humanos y a tener una transformación personal.

“El que las personas puedan elevarse a lo mejor de sí mismas, es el secreto para transformar el liderazgo”.

James MacGregor Burns.

En esencia, el elevarse no es tener los mejores o mayores títulos, no es seguir grandes listas de técnicas para ser o reconocer a un líder. Elevarse a lo mejor de sí mismos es tener un cambio individual y para ello no existen técnicas, no existen formulas mágicas. Para reconocer lo que somos y lo que podemos lograr, es necesario empezar crear un espacio de apertura (como hoja en blanco) y poder ir a ese Genba personal para cambiar nuestro liderazgo.

De la misma manera que vamos al Genba (al lugar donde ocurren las cosas) en nuestra empresa, el liderazgo de transformación nos invita a Ir al lugar donde ocurren las cosas, esa invitación es ir hacia nosotros, lo que implica conocernos y poder hacernos responsables de lo que realmente somos y de lo que hacemos.

Por consiguiente, un líder no busca culpar a otros de sus decisiones o acciones, un líder reconoce lo que esta en su control y busca soluciones a los problemas que se le pudieran presentar.

Un líder se hace dueño de las circunstancia y no esta a merced de ellas.

De la misma manera que un líder que reconoce quién es, entiende que las circunstancias no determinan lo que es ni lo que hace. Un líder reconoce que las circunstancias externas son un factor, pero que no impacta en lo que realmente quiere lograr para él y para su entorno.

Un líder que explora, escucha y comprende, logra tener una experiencia diferente de cada situación que se presente, ya sea laboral, familiar y con sí mismo.

Apertura y conexión – _{Un líder que inspira y guía a otros tiene un liderazgo transformador}.

Cuando un líder esta abierto a tener una actitud de aprendiz, una actitud de no juicios hacia las otras personas, una actitud de curiosidad, una apertura a conocer al otro desde lo que esta viendo y creando, empieza a crear una conexión de confianza, empatía y compasión.

Así también un líder sabe que no puede motivar a las personas, porque la motivación depende de cada uno de nosotros, pero sí puede inspirar para que el motor de la motivación empiece a funcionar en otros.

Un liderazgo conectado con la transformación empieza a cambiar la cultura, y con ello llevar al equipo a una cultura de apertura, creatividad y mejora continua, con enfoque a resultados.

Por esta razón, un líder que tiene claridad de lo que es y de lo que puede lograr es un líder que crea un sentido de responsabilidad y dirección, lo que lleva a tener equipos de trabajo con mayor entendimiento de la visión y colaboración, que en consecuencia mejora la productividad y rendimiento de las personas.

Te invito a voltear y ver a tu alrededor sin juzgar a tu jefe, a tus colaboradores, o a algún integrante de tu familia, voltea y empieza a ser ese líder que esperas que exista en tu entorno.

^{Cuando una persona transforma la forma de ver su mundo, el mundo cambia con ella}.

Esto nos lleva a comprender que, no hay fórmulas mágicas que lo hagan fácil, lo mágico es que puedas darte cuenta todo lo que puedes lograr con tus propias herramientas, desde la parte de ir al lugar donde ocurren las cosas, explorar y experimentar lo que vives o lo que quieres vivir, y desde ese lugar mejorar tu entorno y las relaciones con los demás.

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Elena Castro